Diagnóstico y tratamiento de enfermedades en el extremo del tracto digestivo

Enfermedad Hemorroidal

Se caracteriza por la presencia de hemorroides que no son otra cosa más que las venas inflamadas del recto. En la mayoría de los pacientes producen desde molestias menores como hinchazón y comezón, hasta dolor intenso y sangrado.

Aunque pueden detectarse con un autodiagnóstico, siempre recomendamos consultar al médico especialista, quien determinará el tratamiento más adecuado: cauterización, criogenización, anestésico local o cirugía.

En nuestro blog pueden consultar la entrada: “Consejos para combatir y prevenir las Hemorroides”.

Absceso

En pocas palabras, un absceso es un saco de pus que rodea los tejidos causado por una infección.

Produce hipersensibilidad, dolor, secreciones, estreñimiento y fiebre. Debido a que no es un padecimiento menor, requiere una intervención quirúrgica para drenar y/o removerlo; además, es indispensable la ingesta de antibióticos debidamente recetados.

Fístula

Aunque depende de la gravedad, una fístula requiere operación, ya que se trata de la infección de un conducto en el extremo del tracto digestivo.

Produce los mismos efectos que un absceso: secreciones de pus o sangre, dolor, inflamación, etcétera.

Si sospechas que es tu caso, ponte en contacto con el Dr. Ricardo García Sobarzo a través de cualquiera de las vías disponibles.

Condilomas

También conocidas como verrugas, los condilomas son pequeñas protuberancias blanquecinas o rosadas. De no tratarse a tiempo, pueden crecer de forma considerable y evolucionar hasta convertirse en carcinoma escamoso; es decir: cáncer.

Estas infecciones son detonadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH) y producen leves molestias como incomodidad o supuración menor. Si se detectan y atienden en etapas tempranas, sólo requerirán crioterapia (terapia de frío) para desprenderlas y eliminarlas.

Incontinencia

Esta imposibilidad de controlar los intestinos, provocando excretas involuntarias, también es conocida como incontinencia intestinal.

Para tratarla de manera adecuada es necesario cambiar los hábitos alimenticios, fortalecer los músculos, tomar medicamentos y, en última instancia, someterse a una cirugía.

Fístula rectovaginal

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Cirugía del Aparato Digestivo (AMCAD), la fístula rectovaginal es una “condición poco frecuente que obedece a múltiples causas”.

Consiste en un orificio entre la vagina y el recto, afectando considerablemente la vida diaria de quien la padece y es ocasionada por factores infecciosos o inflamatorios.

Atiende a tiempo. ¡Te esperamos!

Rectocele

Si  al defecar, mantener relaciones sexuales o al tacto notas una protuberancia blanda en la apertura vaginal, es posible que se trate de Rectocele. Además de poner en práctica los Ejercicios de Kegel, debes acudir al médico.

Esta afección debilita el tejido de la pared que existe entre la vagina y el recto.

Enfermedad Pilonidal

Los síntomas incluyen sangrado, secreción de pus, enrojecimiento y dolor. Para tratar esta enfermedad, es necesario drenar y tratar quirúrgicamente la lesión.